Reflectoras LED

Las bombillas LED reflectoras son una variante de las bombillas LED diseñadas específicamente para aplicaciones en las que se requiere una dirección o enfoque de la luz. Se utilizan principalmente en luminarias empotradas, proyectores, apliques de pared o focos, puesto que, al dirigir la luz hacia un área específica, son ideales para resaltar objetos, iluminar espacios de trabajo o proporcionar iluminación de acento.

Estas bombillas están equipadas con un diseño reflector que ayuda a dirigir y concentrar la luz en una dirección específica. El reflector está incorporado en el propio bulbo, lo que permite controlar el ángulo de dispersión de la luz. Las bombillas suelen estar disponibles en diferentes ángulos de haz, desde ángulos estrechos para iluminación puntual hasta ángulos más amplios para una distribución de luz más uniforme. Además, al ser bombillas LED, ofrecen las ventajas de eficiencia energética, larga vida útil y opciones de temperatura de color, siendo así muy buena opción sustituir una bombilla reflectora antigua por una de LED. 

Pueden ser de rosca grande (E-27) o de rosca pequeña (E-14), y se caracterizan por su forma de embudo. 

Las bombillas de LED tienen una eficacia energética muy alta. Esto quiere decir que con muy poco consumo hacen una luz muy potente. Por ejemplo, con solo 12w de consumo se consigue la luz de una de reflectora que consumía 100w.

La tecnología LED (Diodo Emisor de Luz) se basa en el fenómeno de la electroluminiscencia, es decir, la emisión de luz por un material cuando se le aplica una corriente eléctrica.

Los LED están compuestos por un material semiconductor, generalmente un compuesto de arseniuro de galio (GaAs) o fosfuro de galio (GaP), que tiene propiedades que permiten la emisión de luz cuando se activa eléctricamente.

El proceso de funcionamiento de un LED empieza cuando el material semiconductor se dopa con impurezas para introducir electrones libres y huecos en la estructura del semiconductor, y se crean dos regiones: una región tipo N y una región tipo P, cuya unión se llama unión PN. Cuando se aplica un voltaje a través de los dos terminales del LED, los electrones y los huecos se recombinan en la región de la unión PN. Durante esta recombinación, los electrones de la región tipo N se mueven hacia la región tipo P y se unen con los huecos, liberando energía en forma de fotones de luz. Los fotones emitidos en el proceso de recombinación atraviesan el material semiconductor y salen del LED en forma de luz visible.

La principal característica de los LED es que emiten luz de un color específico determinado por el material semiconductor y el proceso de dopaje utilizado, por lo cual pueden ser combinados en múltiples colores o combinaciones RGB (rojo, verde, azul) para generar una amplia gama de colores.

El LED puede emitir gran cantidad de luz sin emitir calor.  Debido a que con un pequeño tamaño el LED  puede emitir mucha luz, permite diseñar lámparas distintas a las clásicas.

Las bombillas reflectoras LED consumen un 80% menos que las originales de incandescencia. Con una bombilla LED de 10w puedes conseguir una cantidad de luz superior a las antiguas de 60w.

Una característica de las luces LED es que se puede escoger el color de la luz. Puede ser de luz cálida (3000ºK), similar a la incandescente o de luz fría (6000ºK) muy blanca.

Los colores más comunes son blanco cálido, blanco frío y blanco neutro. Además de los blancos, también se pueden encontrar bombillas LED reflectoras en colores como rojo, verde, azul y amarillo. Estos colores se utilizan a menudo con fines decorativos o en aplicaciones especiales donde se requiere iluminación de colores específicos. Cabe destacar que la disponibilidad de colores puede variar según el fabricante y el modelo de la bombilla LED reflectora.